[ Lagar de Matilla ]

El oasis de Matilla se ubica a mil metros sobre el nivel del mar, en el margen oriental de la Pampa del Tamarugal, a 120 kilómetros al sureste de Iquique, y junto a la Quebrada de Quisma. Se pobló a comienzos del siglo XVIII, llegando al lugar población proveniente de Pica, situado a 3 kilómetros. Matilla basó su economía en la producción de vinos, testimonio de la cual es el lagar que, gracias a la restauración efectuada en 1968 por la Universidad de Chile, permite hacerse una idea cabal del proceso de elaboración vinífera de la época colonial. Tras la cosecha de las uvas, se procedía a su pisa, y al prensado del líquido resultante. El prensado se realizaba mediante el uso de la viga, grueso tronco de algarrobo que, accionado por un cabrestante, efectuaba un movimiento de báscula. El producto se guardaba en tinajas de greda que, a objeto de que mantuvieran una temperatura uniforme, eran enterradas parcialmente. El destape de las primeras tinajas se efectuaba anualmente durante la fiesta de San Antonio, el 13 de junio. El recinto que alberga las instalaciones es de planta cuadrada, y está rodeado por muros de adobe. El lagar funcionó hasta 1937, fecha de la última vendimia.