[ Casa Patronal Jesuita de Calera de Tango ]

Calera de Tango se encuentra ubicado a 15 kilómetros al Sur poniente de Santiago. Es uno de los conjuntos rurales más importantes de la zona central, no sólo por su arquitectura, sino por haber sido un centro jesuita de evangelización y de enseñanza de las artes y oficios. Calera de Tango fue un importante centro de relojería, escultura, tallado y orfebrería. Las actividades agropecuarias de la hacienda comenzaron en 1683 cuando la compran los jesuitas a los padres mercedarios, sin embargo su importancia y sello se la dan los jesuitas bávaros que llegan a la misma a partir de 1724. Es gracias a ellos que Calera de Tango se convierte en una importante empresa agrícola, minera (extracción de cal) y gran centro de artes y oficios. En 1748 llegan a Chile con el padre Carlos Haymahausen 11 hermanos coadjutores, todos alemanes quienes fueron los que desarrollaron notablemente el “obraje” (educación en oficios, desarrollada por los jesuitas) de Calera de Tango. Hacia 1747 trabajaban tejidos, cordoncillos, bayetas y frazadas y ya en 1753 estameñas y paños. Por estos años realizan además los primeras obras de regadío del país, estas canalizaciones permitieron aumentar notablemente el rendimiento de los suelos agrícolas. Con la expulsión de la Orden de América, la hacienda estuvo en arrendamiento hasta 1783, fecha en que pasó a manos de la Familia Ruiz Tagle. En 1912, siendo propiedad del presbítero Joaquín Ruiz Tagle, se devuelva a los jesuitas el parque y la casa. A lo largo de sus siglos de existencia la Casa de Calera de Tango, evidencia tres etapas de desarrollo: las primeras obras de mediados del siglo XVIII (1741-1761), las realizadas luego del extrañamiento de la Orden y en el siglo XIX y las ejecutadas en 1936 y 1976. La construcción de la iglesia comienza en forma paralela que la de la casa hacia 1741, pero sus trabajos de terminación se activan hacia 1750-1753. Consiste en una nave única y sin coro destaca la calidad de su portada. Alrededor de 1890 se reemplaza el torreón original por una nueva torre forrada en fierro acanalado sobre estructura de roble, obra del presbítero Joaquín Ruiz Tagle. En 1936 se realizaron trabajos de reparación sino mayores modificaciones. Se construyó el coro.