[ Refugio de Correos ]

El Refugio de Correos ubicado en el sector de Juncal, próximo a la ciudad de Los Andes, revela uno de los más importante adelantos de ingeniería de fines del siglo XVIII. La relevancia que entonces estaba cobrando el comercio entre las provincias de la Plata (Cuyo) y del Perú (Chile), hicieron posible la construcción de estos lugares que sirvieron de descanso a arrieros y viajeros, quienes se aventuraron en atravesar la Codillera de Los Andes en post de un desarrollo comercial y comunicacional cada vez más fluido. Durante el periodo colonial de los siglos XVII y XVIII, el comercio fue una de las actividades más importantes para el desarrollo económico en el Reino de Chile. En principio, este comercio se practicó únicamente con el Perú, pero desde el siglo XVIII, se expande hacia el oriente de la cordillera, con la trashumancia de ganado en primera instancia, para luego comercializar productos de todo tipo como hierba mate, charqui, libros y géneros. De este modo, el comercio trasandino queda establecido, así como la necesidad de crear un sistema vial que hiciera cada vez más expedito y seguro el paso cordillerano. Entre las soluciones más significativas que facilitaron dicho paso, se encuentran los Refugios de Correos creados entre 1766 y 1772, durante el Gobierno de Antonio Gil y Gonzaga. Estos fueron casetas ubicadas en plena Cordillera de Los Andes, construidas con el fin de refugiar a arrieros y viajeros que requerían cruzar la montaña a través del paso de Uspallata, uniendo la provincia de Cuyo con el fértil Valle del Aconcagua. La propuesta de su construcción estuvo a cargo de Ambrosio O´higgins, encargado de obras civiles. Su propuesta estaba enfocada a mantener el paso cordillerano transitable durante los meses de invierno. De esta manera, tanto el comercio como la correspondencia provenientes desde las provincias del Virreinato de la Plata, se mantendría activos durante todo el año. Desde su fecha de construcción hasta 1910 (año de inauguración del Ferrocarril Trasandino), dichos refugios serán de uso habitual entre los arrieros, viajeros y comerciantes de todo tipo.