[ Pukara de Turi ]

El Pukara de Turi abarca una extensión aproximada de 4 hectáreas y está ubicado a 3000 metros sobre el nivel del mar, en un montículo que se levanta al este de las vegas homónimas, dominándolas desde su cima. Constituye el complejo arquitectónico más grande construido por la cultura atacameña. Turi es una aldea nucleada con características de ciudadela, y en ella se distinguen sectores funerarios, habitacionales, ceremoniales y comunales, muros de circunvalación; calles, caminos, marcadores de tránsito, expresiones de arte rupestre, etc. Dentro del complejo, hay aproximadamente 620 recintos de diferentes dimensiones y morfologías, distinguiéndose algunas estructuras simples de forma irregular y otras más complejas, que comprenden varios recintos intercomunicados. Estas edificaciones están construidas con piedra volcánica del lugar, con técnicas de pircado. El sector norte presenta recintos grandes y medianos de forma irregular, dispuestos de forma celular, sin vías internas de tráfico. Se encuentra asociado al muro de circunvalación doble, que protege al asentamiento en uno de sus flancos más empinados. Caracteriza este sector la presencia de los torreones circulares de piedra, de 2 metros de diámetro por 1,3 de altura, correspondientes a adoratorios llamados chullpas. Los sectores central y sur constituyen la parte medular del Pukara y se distinguen por presentar un ordenamiento más complejo. Hay diversas vías de circulación interna, algunas de ellas excelentemente conservadas, marcando claros caminos, que separan a conjuntos de estructuras de forma generalmente rectangular. En estos sectores, y especialmente en el centro del Pukara, se ubica una gran concentración de artefactos de molienda. También se encuentran sectores con edificaciones de características homogéneas que han sido interrumpidos por construcciones posteriores, lo cual sugiere que el sitio no corresponde a una sola ocupación, siendo el resultado de una compleja historia que comenzó hacia el año 900, y terminó con la colonización española hacia 1600, pasando por un período de dominación inca, a partir de fines del siglo XV. En el desarrollo de Turi intervinieron las poblaciones del desierto de Atacama, del altiplano boliviano y noroeste argentino. Sus descendientes viven en los alrededores, agrupados en pueblos indígenas que mantienen una forma de vida similar a la de sus antepasados, basada en el pastoreo de auquénidos.