[ Casa Patronal San Ignacio de Quilicura ]

Las casas de San Ignacio de Quilicura fueron construidas durante la segunda mitad del siglo XVIII, en las década de 1780 y 1790, y conforman las casas patronales de la que fuera la Hacienda de Quilicura. A mediados del siglo XVIII, Juan Antonio de Araoz, bautiza la hacienda con el nombre de San Ignacio. Francisco de Borja, hijo de Juan Antonio Oroz, fue quien manda a construir las casas, que son escenario de varios episodios en la historia nacional, además de su mérito arquitectónico. En la época de la Independencia, las casas acogieron a los visitantes llegados desde Mendoza, siendo testigos tanto del éxodo de importantes figuras de la Patria Vieja, como escenario de la Batalla de Chacabuco. A mediados del siglo XIX, las tierras de la hacienda se separan entre las empleadas a la producción de la hacienda y las casas se transforman en acogedores espacios de descanso. En 1852, se inaugura su capilla, adosada a la casa. La construcción es típica de las postrimerías del periodo colonial, con corredores perimetrales en torno a patios interiores. Se distingue por la fineza de sus proporciones y carpintería.