[ Barrio Cívico ]

Zona compuesta por la Plaza de la Constitución con sus tres frentes, el Palacio de La Moneda y sus dos frentes, el bandejón central de la Alameda, el Altar de la Patria con sus dos costados, la Avenida Presidente Bulnes con ambos frentes y el Parque Almagro, desde calle San Ignacio hasta la Plaza Sacramentinos, lo que incluye a la Iglesia del Santísimo Sacramento y los predios frente a Santa Isabel por el sur. Se caracteriza por su gran densidad de edificaciones de carácter político – administrativo, ubicadas en torno al Palacio de La Moneda: Distintas sedes de Ministerios, la Intendencia de Santiago, la Contraloría General de la República, la Tesorería General de la República y una serie de edificios institucionales del área privada provienen de diferentes períodos del desarrollo de la ciudad de Santiago. Su unidad volumétrica y formal constituye testimonio importante del esfuerzo que realizaron varios gobiernos del siglo XX en pos de la construcción de un Centro Cívico. A partir de 1913 la idea de transformar La Moneda es replanteada y enmarcada en un contexto más amplio: la formación de un Centro Cívico. De ahora en adelante la idea se inserta en la política de obras públicas de los gobiernos de turno e importantes especialistas comienzan a involucrarse en estudios y propuestas. Entre los años 1930 y 1940 comienza a tomar forma una nueva idea urbanística y política con respecto al Centro Cívico. De este modo, los edificios que componen el Barrio Cívico de nuestra capital se fueron construyendo entre los años 1937 y 1950, regulados todos bajo la Normativa del Barrio Cívico aprobada por Decreto Supremo del Ministerio del Interior el día 27 de agosto de 1937. Este decreto fijó las condiciones del diseño de las construcciones para establecer un espacio unitario a través de la continuidad de volúmenes, la composición de fachadas y la materialidad de los edificios. Para 1939 es aprobado el Plan Oficial de Urbanizaciones de Santiago: primer plano regulador de la ciudad y de la comuna. Elaborado por Karl Brunner y el jefe de urbanismo de Santiago, Roberto Humeres Solar, propone que la Avenida Central (Av. Bulnes) alcance hasta la actual Av. Santa Isabel y el actual Parque Almagro. Este plan responde a los objetivos de concentrar los servicios de gobierno, revitalizar el centro de la ciudad y mejorar la accesibilidad desde el sur. El urbanista Brunner propuso un vacio al norte del Palacio de La Moneda y otro vacio mayor hacia el sur del Palacio, desde donde debía arrancar un eje monumental que albergara los edificios públicos, lográndose así realzar la institucionalidad del Estado a través del espacio urbano. Importantes hitos dentro de este proceso de desarrollo son la remodelación de la Plaza Bulnes en 1978; la construcción del Parque Almagro en 1982; y la remodelación de la Plaza de la Constitución un año después, combinando el concepto de plaza dura, de carácter cívico, con el de plaza verde que reafirma el concepto social. Para el 2005 se restauraron las fachadas del palacio de La Moneda y se remodelaron la Plaza de la Libertad y la Plaza Bulnes. Todo, con el fin de ejecutar el proyecto de la Plaza de la Ciudadanía, el que viene, fundamentalmente, a reforzar los fundamentos originales del proyecto urbano de Karl Brunner