[ Posada del Corregidor ]

El inmueble se construyó a mediados del siglo XVIII y al parecer fue una de las mejores casas, en el tramo de la calle de las Ramadas y en torno a la plazuela Corregidor Zañartu, que abrió sus puertas como posada o casa de entretención. Durante el siglo XIX esta posada fue conocida irónicamente como “La Filarmónica” por el salón de baile instalado ahí en 1830. El año 1928 Darío Zañartu compra esta casa para convertirla en un “Santuario de recuerdos coloniales” y le pone el nombre de “Posada del Corregidor”, en homenaje al Corregidor Zañartu, aunque no existiera ninguna relación entre él y la posada. Zañartu no pudo cumplir sus deseos pero obtiene de la Municipalidad de Santiago la formación de la plazuela en sus límites actuales y la colocación de la fuente que la adorna. La Posada del Corregidor es una casa de esquina de planta rectangular y dos pisos. Posee un balcón corrido soportado por canes tallados, con baranda calada y 14 pilares que sostienen la prolongación de la techumbre. Tiene un pilar de esquina construido con piedra rosada, dos portones gruesos y claveteados que dan acceso al espacio único de su primer nivel. Las rejas de las ventanas del segundo piso son del período hispánico. Sus muros de adobe son de 0,70 mts. de ancho y su cubierta es de teja colonial. Representa la arquitectura colonial urbana, a pesar de no tener el patio tradicional.